lunes, 8 de enero de 2007

Careful what you wish...

Hace poco me di cuenta que mucha gente que conozco arden en ansias de terminar su vida estudiantil y comenzar la vida laboral, y curiosamente me encontraba hace sólo dos días hablando de eso con mi señora madre. Pues para los jóvenes ansiosos que desean encontrar un trabajo pronto, debo decirles que tengan cuidado con lo que desean, porque podría convertirse en realidad.

No puedo exactamente decir que me quejo de mi vida laboral, en realidad me va razonablemente bien dada la poca experiencia que tengo en el ramo. Ese no es el problema, en realidad el problema es que muchas veces la gente con la que trabajas no es precisamente la idónea. No sólo eso, aunque el sueldo sea decente, siempre te sientes explotado y malpagado (overworked-underpayed para los bilingües). Ah, pero la cosa en realidad no empieza por ahí.

Comencemos por el principio, sí, es muy lindo que te paguen por ir en lugar de al revés como en el caso de la escuela, sin embargo, tomemos en cuenta que los horarios laborales son normalmente mucho más incómodos que los escolares. El promedio trabaja de 9 a 6, de 8 a 5 o alguna variante similar, con lo cual está uno amarrado a sufrir todas las mañanas del infernal tráfico. Además, debes llegar temprano porque con suficientes retardos, acaban por descontarte un día de trabajo. Por otro lado, aunque parezca increíble, nunca tienes dinero realmente, siempre cuentas los días para el día de pago y acabas contando en quincenas para poderte comprar algo.

Además, es cansado eso de estar sentado tantas horas, y aún haciendo lo que te gusta, a ratos te aburres mucho, al punto de sacar una cuenta de blog y escribir en tus ratos de tremendo aburrimiento. Además de eso, está la gente, y tratar con gente tan distinta es complicado, al menos en la escuela tienen varias cosas en común, aún si no estudian lo mismo que tú. Y bueno, no es por desanimar a los desempleados estudiantes, pero el mundo laboral no es tan hermoso como lo pintan (tampoco es malo, pero eso de no tener vacaciones ya es frustrante de por sí).

En resumen, la vida estudiantil tiene sus altibajos, y la laboral también, pero me corto uno y me mastico el otro si no piensan al menos una vez "quisiera regresarme a la escuela" cuando estén trabajando.

1 comentario:

Diego dijo...

Pues no sé si estar de acuerdo contigo o no. Creo que ya llevo un rato considerable trabajando como para entender tu punto de vista, pero aún así nustras situaciones son diferentes.

Sí te compadezco, tener un horario totalmente fijo es de la fregada, yo lo viví y es de lo más pesado, es mejor cuando no te exigen un horario sino más bien resultados, lo que parece ser la tendencia de muchas empresas. Este punto es discutible porque de hecho me parece que solo sucede en empresas con visión extranjera, además de que depende de la naturaleza del puesto.

Lo de las quincenas es triste, muy triste, cuando cuentas en quincenas te das cuenta de que ya no eres el chavito al que todo le puede valer madres y que ya te encuentras en un punto de transición importante. Lo de la rotez.......... La rotez, la rotez, la rotez....... A todos nos pega, ganemos lo que ganemos, aunque en mi caso no me siento explotado y malpagado (overworked-underpayed para los bilingües), de hecho creo que me va bien para lo que hago, pero aún así entre más gana uno más quiere ganar. Aquí la cosa es saberse administrar, en mi experiencia personal al principio la lana no me duraba ni para la quincena, ahora ya me dura y me sobra un poco (realmente muy, muy poco) pero ya es algo. El siguiente paso es lograr ahorrar, ¿cómo? reduciendo los gastos en pendejadas........

Por cierto, deberías ver qué onda con la oferta de Novell, pagan bien, te tratan bien y ya ves, hasta puedes sacarles viajes gratis :P