Y sigue la mata dando...

Pues aquí estoy de nuevo, para que no digan que tengo abandonado el blog. Pues el motivo de este post es para mencionar que cada vez soy mas ñoño, jajajaja. Primero, y para aquellos que no lo saben, me encuentro formando parte de la "escena" de Linux, específicamente en un proyecto llamado WiiLi que puede resultar aburrido para algunos, así que les evitaré la flojera y lo describiré...
WiiLi es un proyecto para meterle Linux al Wii de Nintendo por medio de un Live CD que permita correr una distribución sin necesidad de cambiarle nada a la consola, y por ende, sin perder la garantía. No tiene muchisísima gracia si no les interesan estas cosas, y no me pagan, así que es sólo eso... una ñoñería.
Por otro lado, y como habrán notado, ya puse música en el blog, lo cual le da un bonito widget para aquellos que gusten. Es todo gracias a Fine Tune, un sitio que permite que uno cree sus listas de reproducción y las escuche donde sea (yipee!).
Y por último, estoy instalando en mi compu personal una distribución de Linux, Mandriva One, que tiene un entorno en 3D que se ve bastante prometedor. ¿Para qué lo hago? pues nada más, de ñoño.
En fin, ahora que ya saben que soy un ñoñazo (o lo corroboraron), pues me retiro, porque tengo que instalar el Crystal Reports en un servidor.

Up with the wrong foot

¿Alguna vez han sentido que se levantaron del lado equivocado de la cama? Yo en realidad no puedo, porque mi cama toca pared en dos de sus lados, así que... o siempre me levanto del lado correcto, o siempre del incorrecto, y aún no me puedo decidir.
Resulta que hoy el día empezó muy raro, me levanto y me lastimo el pie, pie torcido y todo, me dispongo a bañarme y el agua caliente se acaba mas rápido de lo habitual. En el camino me topo con el doble de tráfico... apenas llego a buen tiempo. Pero lo peor sucedió hace apenas unos 40 minutos, cuando al agacharme para encender mi computadora, escucho un familiar sonido que me avisa que mi pantalón acaba de sufrir una razgadura. Obviamente, esto fue seguido por las miradas de todos mis compañeros, un par de risas discretas y más de una indiscreta. Afortunadamente, al final como que todos se compadecieron de su servidor, me prestaron una chamarra y aguja e hilo para hacer una rápida solución al problema (claro, todo esto entre risas y burlas, pero prefiero que sean sólo los de sistemas y no todo el mundo). Total que me tuve que encerrar en la bodega de sistemas, armado con aguja e hilo (que parece que no fue suficiente, pero algo es algo), y me dí a la tarea de arreglar mi pantalón, al menos para que aguante el día de manera decorosa, luego lo llevaré a arreglar decentemente.

Y eso que apenas son las 10:10 am... espero que lo peor ya haya pasado.

Careful what you wish...

Hace poco me di cuenta que mucha gente que conozco arden en ansias de terminar su vida estudiantil y comenzar la vida laboral, y curiosamente me encontraba hace sólo dos días hablando de eso con mi señora madre. Pues para los jóvenes ansiosos que desean encontrar un trabajo pronto, debo decirles que tengan cuidado con lo que desean, porque podría convertirse en realidad.

No puedo exactamente decir que me quejo de mi vida laboral, en realidad me va razonablemente bien dada la poca experiencia que tengo en el ramo. Ese no es el problema, en realidad el problema es que muchas veces la gente con la que trabajas no es precisamente la idónea. No sólo eso, aunque el sueldo sea decente, siempre te sientes explotado y malpagado (overworked-underpayed para los bilingües). Ah, pero la cosa en realidad no empieza por ahí.

Comencemos por el principio, sí, es muy lindo que te paguen por ir en lugar de al revés como en el caso de la escuela, sin embargo, tomemos en cuenta que los horarios laborales son normalmente mucho más incómodos que los escolares. El promedio trabaja de 9 a 6, de 8 a 5 o alguna variante similar, con lo cual está uno amarrado a sufrir todas las mañanas del infernal tráfico. Además, debes llegar temprano porque con suficientes retardos, acaban por descontarte un día de trabajo. Por otro lado, aunque parezca increíble, nunca tienes dinero realmente, siempre cuentas los días para el día de pago y acabas contando en quincenas para poderte comprar algo.

Además, es cansado eso de estar sentado tantas horas, y aún haciendo lo que te gusta, a ratos te aburres mucho, al punto de sacar una cuenta de blog y escribir en tus ratos de tremendo aburrimiento. Además de eso, está la gente, y tratar con gente tan distinta es complicado, al menos en la escuela tienen varias cosas en común, aún si no estudian lo mismo que tú. Y bueno, no es por desanimar a los desempleados estudiantes, pero el mundo laboral no es tan hermoso como lo pintan (tampoco es malo, pero eso de no tener vacaciones ya es frustrante de por sí).

En resumen, la vida estudiantil tiene sus altibajos, y la laboral también, pero me corto uno y me mastico el otro si no piensan al menos una vez "quisiera regresarme a la escuela" cuando estén trabajando.

¡Feliz año huevo! o La nostalgia de las vacaciones

Pues después de unas fantásticas vacaciones (3 días, contando sábado y domingo, que me dieron libres en el trabajo), regreso al mundo real, y listo para sufrir con los mil pendientes laborales que tengo. Es odioso pensar que ya pasé mis últimas vacaciones sin siquiera haberme dado cuenta, es frustrante y triste pensar que ya no tendré esos gloriosos dos meses de vacaciones en los que hasta me aburría por no hacer nada en absoluto (bueno, creo que el extremo de aburrirse es malo, pero nada como estar echado en cama hasta tarde, y más en estas épocas de frío). Mi pobre Wii se encuentra prácticamente abandonado, pues casi no juego gracias al trabajo. Ya casi no veo nada de tele, y extraño esos días en que me podían dar las 4 a.m. viendo cualquier estupidez que se atravesara en la programación, o que podía estar navegando y visitando foros, páginas de juegos, etc. hasta que me diera la gana.

Lamentablemente, esa época terminó, y ahora tengo que levantarme temprano todos los días, trabajar 8 horrendas horas aplastado en la oficina, y esperar una quincena que no me acaba de convencer. En fin, c'est la vie, no queda mas que echarle ganas y esperar a cumplir un año en mi trabajo para que me den vacaciones, momento para el cual espero tener algo de dinero ahorrado para poderme ir de playita aunque sea un par de días.