miércoles, 22 de noviembre de 2006

Giselle, lo frágil de la vida

Creo que es la primera vez que me animo a escribir acerca de un tema tan crudo, sin embargo, no puedo evitarlo.

Para aquellos que no lo sepan, Giselle (tal vez desconocida para algunos), falleció el pasado domingo en un accidente automovilístico. Era una joven como muchos de nosotros, personalmente, la conocí hace casi 7 años, por lo que, aunque últimamente no éramos muy cercanos, la considero una parte muy importante de mi crecimiento y de mi vida.

No puedo evitar sentirme como si fuera de papel, frágil, efímero... Es increible que una chava tan llena de vida y alegría termine su vida tan repentinamente. Para acabarla, el viernes le fue otorgado el Borrego de Oro (reconocimiento por actividad extraacadémica sobresaliente) por Servicio Social.

Para que vean cómo es irónica la vida, mucha gente que estaba peleada (por estupideces que pasan, mal o bien, 7 años es mucho tiempo, y algunos terminaron mal), se encontró por este suceso. No mencionaré nombres, pero sé de más de un caso en que incluso quien le avisó a una persona fue precísamente aquella con quien estaba peleada. Es de veras maravilloso que aún cuando se fué, dejó algo grande antes de hacerlo, mucha gente que la quería, y que olvidó sus diferencias y compartió su dolor.

No quiero escribir muchos detalles, ya que estoy al borde de la lagrima (cursi...), pero si voy a decir una última cosa, que tal vez pocos entiendan, pero para mí significa mucho... ¡Te voy a extrañar, horribla!

1 comentario:

Diego dijo...

Lo siento mucho mano..........